EPISODIOS DE UNA GUERRA INTERMINABLE

miércoles, 2 de octubre de 2019

Almudena Grandes

Una de las obras propuestas para el examen de Selectividad en Galicia es El lector de Julio Verne,  la novela de Almudena Grandes. Dada la excepcionalidad de estos cursos académicos, se incluyen en la columna lateral enlaces a temas de ABAU ya redactados, que algunos profesores de los IES de Galicia han tenido la gentileza de colgar en la web para sus alumnos.

 Subtitulada "La guerrilla de Cencerro y el trienio del terror, Jaén, Sierra Sur, 1947-1949", es la segunda entrega de los episodios, que a la manera galdosiana intentan reconstruir la posguerra en España. Aunque existen algunas referencias a la primera (como la alusión al restaurante Casa Inés), se trata de dos novelas independientes. En el primer volumen, historia y ficción aparecían separadas, mientras que en esta están muy relacionadas. Aquella adoptaba el punto de vista de la guerrilla antifranquista, mientras que esta se focaliza en el entorno de la Guardia Civil y su enfrentamiento con los maquis en la sierra sur de Jaen.

   Su autora, Almudena Grandes, es una de las escritoras más leídas de la literatura española actual. Nacida en Madrid en 1960, desde pequeña sintió especial atracción por la escritura, fomentada por la propia familia:«Y me aburría. Y me ponía tan pesada como cualquier niño que se aburre. Hasta que una tarde, alguien –mi madre, mi abuela, mi tía Charo, ya no lo recuerdo bien– me ofreció una solución que resultaría definitiva. Desde entonces, todos los domingos, invertía los noventa minutos del partido en escribir el cuento. Porque yo sólo tenía una historia que contar, yo escribía siempre el mismo cuento».

   "Mi familia conserva todavía algunas versiones semanales de este relato, que siempre estaba escrito en tercera persona aunque hablaba de mí más, y más explícitamente, que ningún otro texto que haya llegado a escribir después. El argumento puede resumirse en media docena de frases. Una niña burguesa —éste era un detalle importante—, nacida en una casa auténtica —una casa «con tejado y paredes», describía yo entonces—, era apenas un bebé cuando su niñera la sacaba a pasear en su cochecito e, inexplicablemente, la perdía en un parque. Cuando la caravana de un circo que abandonaba la ciudad pasaba a su lado, una joven gitana se apiadaba del bebé perdido y lo recogía para criarlo junto al resto de sus hijos. Pasaban los años y la niña criada en el circo crecía sin sospechar su verdadero origen, hasta que, diez o doce años después, de vuelta a la misma ciudad, se perdía ella sola, tan inexplicablemente como antes la perdiera su niñera, en el mismo parque de entonces, para que una señora muy buena, muy rica y muy compasiva —que, por supuesto, era su verdadera madre— se apiadara de ella por segunda vez y la llevara a su casa, adoptándola como una hija más. Desde ese momento, la protagonista de mi cuento vivía sometida al tormento de escuchar que no era hija de su madre porque la habían recogido por caridad de unos gitanos, y por eso sus hermanos la despreciaban, y hasta los criados se burlaban de ella. Pero el verdadero amor puede abrir los párpados que el tiempo ha soldado, y así, una mañana, mirándola con ojos de cariño auténtico, la madre comprendía que la niña gitana no podía ser sino su propia hija, perdida con tanto dolor, tantos años antes, y recobrada ahora sin advertirlo siquiera. Tal descubrimiento precipitaba la historia en un final tan feliz como abrupto. La protagonista se despedía del lector dando cortes de manga a diestro y siniestro, en dirección a cada uno de los habitantes de su casa".

  Es licenciada en Geografía e Historia por la universidad Complutense de Madrid. Estuvo vinculada al mundo editorial y se dedica desde 1989 a la novela predominantemente. Publica Las edades de Lulú, con la que obtuvo el premio de " La sonrisa vertical" de novela erótica (con adaptación cinematográfica de Bigas Luna). Desde entonces ha publicado numerosas obras -novelas y cuentos, sobre todo-, todas ellas con éxito. 
Recientemente ha sido nombrada Doctora en Filología Honoris Causa por la UNED.

En el prólogo a Modelos de mujer, titulado "Memorias de una niña gitana" también explica la intención de sus creaciones: «Nunca he aspirado a conquistar un vastísimo universo literario. Al contrario, prefiero permanecer en un mundo pequeño, personal, cuyas fronteras vienen a coincidir con los precisos límites de mi memoria, y dirigir mi mirada a rincones tan conocidos que nunca terminan de sorprenderme».   

Desde el principio muestra especial interés por reflejar la situación española, aunque esta intención sea más perceptible en los últimos años, en particular desde 2010. La propia autora señala un punto de inflexión en su evolución como novelista. Sus novelas cambiarán entonces hacia nuevos derroteros:

“Aquella tarde de la primavera de 1997 […] comprendí que mis cinco primeros libros (incluyo también Atlas de geografía humana, aunque aún no la hubiera terminado) no eran uno solo, pero sí tenían un solo tema. Hasta aquel momento, yo solo había escrito sobre mi generación: personas de mi edad, que habían vivido en mi ciudad, en mi país, durante los mismos años en los que había transcurrido mi propia vida. Todas las historias encajaban sin dejar huecos, sin ningún resquicio que permitiera atisbar un mundo diferente, con una sola excepción. Había mirado siempre, si no hacia mí misma, sí hacia mis iguales, y había examinado su existencia desde todas las perspectivas posibles, desmenuzando los conflictos de su identidad, sexuales, amorosos, familiares, sentimentales, ideológicos, políticos, laborales, económicos, genéricos y sociales, hasta comprender que ya no tenía nada más que contar de mí, ni de ellos. (…) Hasta que me cansé de mirarme el ombligo”. (Almudena Grandes, Andrés-Suárez y Rivas 2012 : 14 – 24)

 OBRA NARRATIVA

     Está compuesta por las siguientes novelas y relatos:

PLAN DE LOS EPISODIOS DE UNA GUERRA INTERMINABLE


I. Inés y la alegría

El ejército de la Unión Nacional Española y la invasión del valle de Arán, Pirineo de Lérida, 19-27 de octubre de 1944

II. El lector de Julio Verne

La guerrilla de Cencerro y el Trienio del Terror, Jaén, Sierra Sur, 1947-1949

III. Las tres bodas de Manolita

El cura de Porlier, el Patronato de Redención de Penas y el nacimiento de la resistencia clandestina contra el franquismo, Madrid, 1940-1950

IV. Los pacientes del doctor García

El fin de la esperanza y la red de evasión de jerarcas nazis dirigida por Clara Stauffer, Madrid-Buenos Aires, 1945-1954

V. La madre de Frankenstein

Agonía y muerte de Aurora Rodríguez Carballeira en el apogeo de la España nacionalcatólica, Manicomio de Ciempozuelos (Madrid), 1955-1956.

VI. Mariano en el Bidasoa

Los topos de larga duración, la emigración económica interior y los 25 años de paz, Castuera (Badajoz)-Eibar (Guipúzcoa), 1939-1964

TÉCNICA NARRATIVA

La crítica sitúa a Almudena Grandes en una corriente literaria que define como realismo posmoderno. Es la propia autora la que explica así su técnica: “Yo soy muy respetuosa con la regla de la verosimilitud, o sea, ser leal en el sentido de no traicionar, no manipular el espíritu del personaje, aunque ciertos lugares por los que este personaje se mueve sean escenarios de ficción. (…) me puedo inventar que Pasionaria celebró su 45 cumpleaños en un restaurante de Toulouse propiedad de unos comunistas españoles y Picasso fue a comer con ella. En el Doctor García, uso mucho el personaje de Negrín, y aquí por ejemplo me invento una misión que nunca existió". (Grandes, en Tayala y Fernández, 2017 : 29).

   Como dice Pozuelo Yvancos, la novela actual (y Almudena Grandes, por supuesto) ya no tiende a seguir los principios de la vanguardia estructuralista, tan interesada en la renovación formal:"La literatura predominante hoy no está siguiendo técnicamente en sus formas, ni en la grandeza de su ambición, ni en el compromiso con el lenguaje propio, la estela de Joyce o de Kafka, de Valle-Inclán o de Samuel Beckett. Trabajar la literatura a una media distancia, concebir la creación en términos de simple conservación del público y ganarse su benevolencia para con las convenciones ya conocidas parece ser el destino predominante de la literatura narrativa de finales del XX y comienzos del actual siglo. […] la novela de hoy no podría entenderse sin lo que ha supuesto el complejo contexto que se ha denominado posmodernidad […]. Las tradiciones narrativas de Juan Marsé, Jiménez Lozano, Luis Mateo Díez, Almudena Grandes, Pérez-Reverte, Muñoz Molina, cada uno en su ámbito propio y buena parte de ellos con muy comunes principios de solidaridad con la estirpe memorialista, más bien suponen una resistencia a los principios que inspiraron la vanguardia estructuralista, como también el desengaño posmoderno”. (Pozuelo, 2004: 37/38).

   En cuanto a la técnica de escritura de sus nuevas obras, recurre más a la planificación y documentación que a la impulsividad y al uso de la tercera persona (aunque no sea el caso de El lector de Julio Verne) y afirma: "Primero, escribo la historia de cada uno de los personajes. Luego, procuro completar una cronología con sus correspondientes equivalencias, en la que integrar cada una de esas historias. Entonces llega el momento de afrontar la decisión más importante, que consiste en hallar una estructura capaz de ordenar y sostener todo ese material. Cuando (…) doy con la estructura buena, todavía tengo que tomar un montón de decisiones, número y naturaleza de los ejes narrativos, juegos de perspectiva, dosificación de los elementos que intervienen en la trama, el tono de la narración, su ritmo, su velocidad, su intensidad, sus parentescos. (…) Y solo después escribo la primera palabra” (Almudena Grandes, en Andrés-Suárez y Rivas, 2012 : 21 – 23).


Durante su enfermedad continuó escribiendo. Abandonó el proyecto que culminaría con la última novela de los Episodios de una guerra interminable y escribió Todo va a mejorar, una novela distópica que se publica en octubre de 2022. El último capítulo fue fue completado por su marido Luis García Montero.