EPISODIOS DE UNA GUERRA INTERMINABLE

ARGUMENTO Y TEMAS DE EL LECTOR DE JULIO VERNE



Los Episodios... son un proyecto de Almudena Grandes que recibe ese nombre como homenaje a Benito Pérez Galdós y a sus Episodios Nacionales:"Si he querido llamarlas "Episodios" ha sido para vincularlas, más allá del tiempo y de mis limitaciones, a los Episodios Nacionales de don Benito Pérez Galdós, que para mí es, como he declarado en muchas ocasiones, el otro gran novelista -después de Cervantes- de la literatura española de todos los tiempos". 

Las seis novelas son independientes, pero tienen en común el hecho de que cuentan momentos significativos de la resistencia antifranquista desde 1939, combinando personajes reales y ficticios, En El lector de Julio Verne se centra en  la guerrilla rural en la sierra sur de Jaén entre 1947 y 1949, el llamado Trienio del terror. 

Hay elementos que sirven de unión, entre ellos la repetición de personajes (algo que también hacía Galdós) o la consideración de la época como enfrentamiento ideológico interminable -explícita en el título del ciclo y que en este “episodio” se convierte en idea recurrente: “Esto es una guerra y no se va a acabar nunca”. Otro consiste en centrar la línea temática en aspectos concretos de la dictadura, en sucesos que no coinciden espacial o temporalmente, pero que novelan la dureza de las condiciones de vida en la posguerra.

1. ARGUMENTO
   El protagonista y voz narrativa de la novela es Nino, un  hijo de guardia civil de nueve años al comienzo de la novela, que vive en la casa cuartel de un pueblo de la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947. Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse alguna vez. En el mismo año muere Cencerro, un miembro de los maquis que viven en la sierra y que tiene un halo de héroe popular. 
   Mientras pasa con el Portugués las tardes a la orilla del río, Nino se jurará a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre. Comienza a recibir clases de mecanografía en el cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano.
   Además descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona. Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle: en la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros de Cencerro, y a entender por qué sus padres quiere que aprenda mecanografía. 
   La obra continúa en los dos años siguientes en los tres primeros capítulos y tras una larga elipsis temporal se prolonga en la llegada de la democracia, hasta un presente narrativo, próximo a la actualidad, desde donde el narrador evoca su dura infancia.


   Señala Cecilia Beatriz Rodas tres planos en la novela:
-DISCURSO HISTÓRICO. Cencerro y la represión franquista en la Sierra Sur de Jaén. Tomás Villén Roldán se había evadido de la cárcel de Alcalá la Real, Jaén, en 1940 y se echó al monte, que estaba plagado de cortijos y ventas pobladas. El guerrillero logró establecer una tupida red de enlaces, y se convierte en un fuera de la ley muy popular por el cariz de sus golpes, una especie de Robin Hood de la provincia,muy buscado durante siete años en los que logró esquivar a la Guardia Civil en innumerables ocasiones. Finalmente el 17 de julio de 1947 se suicida en una casa de Valdepeñas de Jaén, junto a su lugarteniente, José Crispín Pérez, tras dos días de asedio y un espectacular despliegue y asalto militar.
- DISCURSO MÍTICO. La leyenda de Cencerro tras su muerte fue agrandándose durante años y décadas, y llegó a formar parte de la memoria colectiva de una comarca que, por mucho que quiso oficialmente condenar su historia al olvido, nunca lo logró, ya que fue vivida y revivida por el pueblo (Abril, 2013:22).
DISCURSO LITERARIO. El lector de Julio Verne también dialoga con el discurso literario de Verne, Stevenson, Galdós, entre otros, en cuyas lecturas se ampara Nino durante su infancia. Doña Elena, mujer de gran cultura y de ideología contraria al Régimen, le enseña a escribir a máquina, pero fundamentalmente le permite ingresar al vasto y maravilloso mundo de la literatura, al acceder a su nutrida biblioteca.

3. TEMAS
  La autora considera que esta es "una novela de aventuras y también un homenaje a la lectura y más específicamente a la emoción que transforma la existencia de los niños al comprobar que la  literatura está hecha de los mismos materiales que la vida". 
   Podemos señalar dos grandes ejes fundamentales en la novela: uno que refleja las duras condiciones de vida en la posguerra, y que actúa como marco; otro, el proceso formativo del niño protagonista. Ambos están muy relacionados.


3.1. PROCESO DE FORMACIÓN DEL PROTAGONISTA    
  Al tratarse de la historia protagonizada por un chico de nueve años, en un momento fundamental en que está aprendiendo a vivir, nos encontramos ante una novela de aprendizaje. En ella asistimos al acceso a la experiencia de Nino, que contempla como yo testigo ( y a veces protagonista)  unos hechos trascendentales en el ámbito privado y en el público. Ve con angustia el trabajo de su padre, que vive en una contradicción, pues se están produciendo detenciones y torturas que él asume, aunque sienta vergüenza y miedo por lo que hace. Es una manera de mantener a su familia, pero también un riesgo para todos. Y ve cómo su madre tiembla cada vez que el marido tiene que salir para una misión.
 En su formación intervienen varios factores: la enseñanza que recibe de su propia experiencia vital en ese mundo tan duro, la escuela y la lectura, que en la novela es un ingrediente fundamental. A través de ella puede evadirse, pero también comprender el mundo. Ama los libros y se emociona cuando tiene la posibilidad de acceder a una biblioteca en casa de la maestra:
"Cuando los vi, no pude decir nada. Sentí que las piernas se me doblaban solas al acercarme a ellos, y avancé los dedos de la mano derecha para acariciar con el borde de las yemas los lomos de piel y de papel, […] El origen de las especies, Don Quijote de la Mancha, Novelas ejemplares, La rebelión de las masas, Robinson Crusoe, La Divina Comedia, La Regenta, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Episodios Nacionales, […]…
-Pero todavía no has mirado donde más te conviene. Yo, en tu lugar, me fijaría en el tercer estante de los que están al lado de la escalera. Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, La vuelta al mundo en ochenta días, […].
  La lectura de Julio Verne y otras novelas son la puerta para que Nino se evada de la dura realidad que le toca vivir, pero al mismo tiempo funcionan como herramientas que le ayudan a interpretar esa realidad desde otra perspectiva o descubrir la verdad que se oculta detrás del discurso oficial. Así, por ejemplo, sucede con los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
   Al amparo de Julio Verne, mientras lee Los hijos del capitán Grant, descubre que su amigo Pepe el Portugués ayuda a los maquis escondidos en el monte y logra que la Guardia Civil mate a “Comerrelojes”, hombre de Cencerro que decide traicionarlo.
  O se convierte en un pequeño héroe, como Jim Hawkins de La isla del tesoro de Stevenson, capaz de atravesar el pueblo durante la noche para encontrarse con su padre en la sierra y, juntos, permitir que varios guerrilleros puedan huir hacia Francia.

 3.2. LA AMISTAD Y LA EXPRESIÓN DE LOS AFECTOS. En cuanto a la primera, hay que distinguir entre la que une a Nino y a Pepe el Portugués, y también la que establece con los otros niños del cuartel. La admiración por Pepe le servirá como referente para entender el mundo que le rodea y para ayudarle a descubrir las diferencias entre el bien y el mal. Con él mantiene unas conversaciones fundamentales para su formación.
"Era la primera vez que me enfrentaba a la distancia que separa a los ídolos de los modelos, y si alguien me hubiera preguntado si admiraba al hombre que caminaba a mi lado, habría contestado que sí, pero no habría dicho la verdad completa...mientras Pepe me contaba que no tenía mujer porque los hombres como él no se casan nunca, yo no quería parecerme a él, sino ser él, abandonar mi vida para instalarme en la suya, y vivir en el molino viejo, y planchar la ropa durmiendo encima, y pasarme los días al sol y sin camisa, y sonreír con un diente partido, y no tener que preguntarme siquiera de dónde venía mi habilidad para fascinar a la gente, para hacerles hablar a mi antojo y lograr que se fiaran de mí".
"Pepe el Portugués ya se había convertido en una de las personas más importantes de mi vida, un deslumbramiento que desbordó todos los límites para imponerme una distancia casi temerosa."

3.3. EL MIEDO, LA COBARDÍA /LA VALENTÍA. El miedo atenaza a todo el pueblo y Nino tiene que aprender a descubrir sus causas. De hecho, la autora afirma que "el protagonista de la novela es el miedo que hacía que casi todas las personas tuviesen una doble vida".
"Cobardes en mi pueblo había muchos, y cuando se tropezaban con un desconocido, lo que hacían era encerrarse en su casa, echar la tranca de la puerta, levantar los colchones de las camas para apoyarlos contra las ventanas, y apagar todas las luces. Luego, los que sabían rezar, rezaban, y los que no sabían, también".
"La regla de oro consistía en acatar la voluntad del terror, reducir la vida al mínimo y no hacer nada, no saber nada, no decir nada, mirar sin ver, escuchar sin oír, y no comprender. Quizás en las ciudades fuera distinto, pero en un pueblo como Fuensanta de Martos, ese vivir apenas, vivir sin sentir, era el único recurso al alcance de quienes aspiraban a una supervivencia que nada ni nadie podía garantizarles".

4.  RECONSTRUCCIÓN DE LA VIDA EN LA POSGUERRA EN UN PUEBLO 


    En cuanto a la consideración de la novela como el testimonio de las duras condiciones de vida en la posguerra, El lector de Julio Verne se centra en la denuncia de la salvaje represión de los vencidos en la guerra a través del relato de los métodos utilizados por la Guardia Civil para perseguir a los maquis y sembrar el terror en la población, o de la opresión de aquellos que estaban asociados al bando republicano, que habían sido represaliados y apenas podían trabajar para subsistir.
    Esta vertiente de reportaje verídico y de alegato justiciero convive con arquetipos y valores simbólicos. Junto a la crónica se encuentran planteamientos genéricos: la fábula del bien frente al mal, el relato de aprendizaje o la moralización que apuesta por el valor superior de la libertad.
   Además de a la lucha antifranquista y a los españoles que vivieron aquellos difíciles años, este libro también rinde homenaje a las mujeres que sufrieron mucho durante la posguerra, mujeres que trataron de sobrevivir en condiciones muy duras (Pacios, 2013). Así se demuestra con personajes como las Rubias o como Mercedes, la madre del protagonista.
   Desde un presente del protagonista ya adulto, se reviven unos episodios concretos de la posguerra, entre 1947 y 1949 (sobre todo), y de la posterior llegada de la democracia (muy de pasada en el capítulo cuarto). La autora evita el sectarismo, al presentar a sus personajes -salvo excepciones- como víctimas del enfrentamiento fratricida. La vida en el pueblo sigue siendo muy dura, aunque la Guerra Civil haya terminado ya hace tiempo:
   "En Madrid habría gente que creería que en 1939 se había acabado la guerra, pero en mi pueblo todo era distinto. En mi pueblo, los hombres se echaban al monte para salvar la vida, y la autoridad perseguía a las mujeres que intentaban ganársela con la recova, a las que recogían esparto en el monte, a las que lo trabajaban y hasta a las que vendían espárragos silvestres por las carreteras, porque para ellas todo estaba prohibido, todo era ilegal, todo un delito y la supervivencia de sus hijos un milagro improbable. Así eran las cosas en mi pueblo, donde te podían matar por la espalda cualquier noche por haber dado de comer a tu hijo, a tu padre, a tu hermano..."
   En cuanto a la consideración de que esta novela deba clasificarse como novela histórica hay algún crítico que describe la óptica desde la cual la autora lo afronta: "Almudena Grandes reconstruye la historia a partir de nociones neohumanistas: no hay elementos políticos ni sociales que definan al personaje ni que determinen su actitud, y de inmediato se comprueba que las convicciones políticas que le ha llevado a defender un bando, si acaso existieran, no serían sino una cuestión meramente superficial (o accidental), ya que por debajo de este accidente histórico llamado Guerra Civil hay solo un hombre con sentimientos; un hombre que, en tanto que hombre, es, en esencia, igual que todos los hombres. Parece decirnos la novela que todos los hombres son iguales por dentro –comparten el mismo espíritu humano– y, por lo tanto, todos ellos, sean agresores o agredidos, víctimas o verdugos, independientemente de donde estuvieron el 18 de julio de 1936, tienen un interior, sentimientos de compasión y culpa, de amor, remordimientos, etc."
   La novelista, en vez de detenerse en el exterior, en los elementos históricos que, objetivamente, determinan el comportamiento del personaje, nos trae un relato de Antonio, el guardia civil, desde su interior, con la pretensión de ver en él no al torturador que fue, sino a un hombre de buenos sentimientos que, movido por el miedo, no tuvo más remedio, a pesar de sus remordimientos posteriores, que obedecer órdenes, aunque estas fueran torturar o matar.
   Más adelante, la novela exprime el argumento, sin temor a resultar reiterativa, pero añadiendo un ingrediente nuevo, pues señala al verdadero culpable: la superestructura franquista que ha convertido España en un país de asesinos. Con esto [...] pretende Grandes redimir a sus personajes, subrayando, de nuevo, su perfil más cercano al de víctima que al de verdugo. (Becerra)

4.1.PRESENTACIÓN DE LOS DOS BANDOS, vencedores y vencidos

   Por un lado está la guerrilla de los maquis que se habían echado al monte tras la guerra y que subsistían porque recibían ayuda en los pueblos, y mantenían enfrentamientos constantes con la guardia civil.
 Por otra parte la guardia civil, encerrada en sus casa cuartel con sus familias, muchas veces enfrentada a los habitantes del los pueblos. Se describen actitudes muy diferentes entre ellos a la hora de actuar. 
Nino, como la gente del pueblo, también admira a Cencerro, al que han convertido en una especie de Robin Hood en su imaginación: "Yo admiraba a Cencerro. Le admiraba porque era el más poderoso, el más listo, el más valiente de todos los hombres que conocía. Le admiraba porque todas las mujeres de la Sierra Sur suspiraban por él, tan rubio, decían, tan guapo, tan fuerte. Le admiraba porque hacía lo que le daba la gana, porque entraba y salía de su casa, de su pueblo, del mío y de los demás, cuando le venía bien, porque los guardias no podían con él, porque no podía el ejército,..."

4.2. LA EDUCACIÓN

 Se presentan dos modelos distintos. El primero está representado por don Eusebio, el maestro oficial, que acata el régimen establecido, y que se enfrenta a Elías que no soporta que el maestro haga distinciones entre alumnos más o menos pobres.
"Don Eusebio había llegado a Fuensanta en los días de las mujeres rapadas y el baile de los cementerios, cuando a los de mi pueblo se los llevaban a fusilar a Martos... Él venía del suyo, una aldea de Palencia donde solo se habían enterado por los periódicos de que en el resto de España había una guerra. Quizás por eso le resultó tan fácil no ver, no oír, no saber nada de lo que
pasaba de madrugada..."
Frente a don Eusebio está doña Elena, "que también era maestra aunque ya no la dejaran dar clase, decía que eso fue lo que don Eusebio no pudo perdonarle nunca a Elías. Que si en lugar de hablarle así, con tanta serenidad, hubiera salido en defensa del Potajillo a gritos, le habría mandado callar, le habría dicho que volviera al pupitre y no habría pasado nada. Pero el candor de Elías, la decepción que no evitaba la cortesía de sus preguntas, la limpia condición de su censura, resultaron demasiado humillantes para un hombre que no se atrevía a mostrarse en público tal y como era en realidad". Es ella la que contribuirá de forma decisiva a la formación de Nino, la que le enseñará mecanografía y taquigrafía y la que influye de manera decisiva en su acercamiento a la lectura.